Historia
Usos tradicionales de Orgi
Orgi, existe desde hace 4.000 años, cuando su extensión era mucho mayor que la actual. Aquellos primitivos robledales se extendían por los valles húmedos del norte de Navarra. Desde entonces hasta épocas muy recientes, la acción del ser humano los ha hecho desaparecer, convirtiéndolos en tierras de cultivo y praderas.
Durante siglos Orgi fue un bosque muy aprovechado, casi «cultivado» por quienes vivían en Lizaso, que obtenían del monte un complemento para su subsistencia: Caza, leña, madera, hoja, frutos, setas, plantas curativas, brezo para escobas, bellota y pasto para el ganado etc. ahora estos usos tradicionales están abandonados y el robledal descansa experimentando un proceso de regeneración natural de su flora y fauna.
El roble pedunculado (Quercus robur) “haritza” en euskera, es un árbol peculiar. Haritza es el primer linaje de los Reyes de Navarra, de roble es la madera de nuestras antiguas casonas. El roble está en el escudo de Ultzama como símbolo de nobleza, resistencia y sabiduría.
Historia del proyecto
Hace ya unos cuantos años, en 1986, Orgi era muy visitado tanto por su interés naturalístico como por su atractivo lúdico-recreativo.
No era el único lugar que contaba con visitas así que por iniciativa del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, ofertó un concurso de ideas para ordenar el uso público de estos lugares, con el objetivo de crear una red de Áreas Naturales Recreativas. No pudo ser.
Pero en el año 1995 resurgió por iniciativa del propio Concejo de Lizaso, quien en colaboración con el Consorcio Turístico comarcal del Plazaola y a través de un proyecto Leader apoyado por la Asociación Cederna-Garalur, conformaron un nuevo proyecto adaptado al momento.
Se inauguró el espacio para el uso público el 8 de agosto de 1996 y desde entonces se continúa trabajando en este proyecto basado en la reversibilidad, austeridad y rusticidad.
Hasta octubre de 2017 ha sido gestionada por la empresa Garrapo SL.
Actualmente la gestión del Robledal de Orgi está asignada a la Fundación Ultzama 2013, entidad local sin ánimo de lucro que persigue varios fines, entre ellos: dar a conocer usos y construmbres del mundo rural, promover el turismo en el Valle de Ultzama y contratar personas del entorno rural, personas con discapacidad, mujeres que hayan padecido violencia de género…